La relación entre pobreza y salud mental es compleja. La pobreza aumenta la vulnerabilidad a problemas de salud y trastornos mentales debido a factores de riesgo y carencias. Un estudio en Argentina encontró que la pobreza es la variable de riesgo más importante para la salud mental, especialmente en niños. Otro estudio en Carolina del Norte observó que cuando algunas familias salieron de la pobreza debido a empleos en un nuevo casino, los niños mostraron mejoras en conductas como rebeldía y agresividad.