Joanna describe su vida como generalmente buena, donde ha reído mucho con sus amigas y servido a Dios ayudando en su iglesia y cuidando niños. Sin embargo, a veces no ha alabado a Cristo con sus acciones, ha sido grosera con sus hermanos y no ha sido la amiga que debería. Aun así, ha resuelto problemas y crecido en su fe en un campamento cristiano donde hizo nuevas amigas y se sintió cerca de Dios.