Este poema describe un zoológico inusual donde los animales se comportan de manera extraña: un loro recita adivinanzas al revés, una foca no le gusta el agua y prefiere un paraguas, un elefante pequeño se sienta en un maní y le gusta que le canten, y un león imagina ser un ratón pequeño. El poema invita al lector a visitar este zoológico diferente.

1. Un zoológico distinto
Dicen que hay un zoológico
pero de animales raros,
no por malos ni por feos,
sino por portarse extraño.
Hay un loro que recita
adivinanzas al revés,
primero dice la respuesta
y luego pregunta ¿qué es?
Hay también una gran foca
a la que no le gusta el agua,
un día tiró su pelota
y la cambió por un paraguas!
Es curioso lo que oí
de un pequeño elefante,
que se sienta en un maní
y le gusta que le canten!
Muy distinto lo que pasa
con la tortuga y la liebre,
ella entierra sus orejas
y la tortuga va y viene!
Hay dos monos que se creen
que son ellos visitantes,
te convidan sus galletas
vestidos muy elegantes...
Al león ya lo soltaron
nadie más lo soportó,
todo el día imaginando
ser un pequeño ratón!
y cuando se acabó el queso
vino el gato y lo espantó!
Dicen que hay un zoológico,

2. pero de animales raros,
no por malos ni por feos,
sino por portarse extraño...
si no sabes dónde queda,
ven conmigo...te acompaño!