Este cuento trata sobre una tortuga y un monstruo y se encuentran en una cueva y se empiezan a hacer amigos, al último se san una abrazo y los dos se ponen muy felices.
1. LA TORTUGA Y EL
MOUNSTRUO
Papa tortuga y tortuguito caminaban dos horas todas las
mañana a un ritmo lento en busca de hojas para comer
ellos mismos y para llevar al resto de su familia. Un buen día
el papa tortuga estaba muy cansado, por que el día
anterior se había dado un golpe en el caparazón; tortuguita
que tenia muchas ganas de salir solo un día por comida por
que ya se creía mayor se escapo y salió por hojas al bosque.
2. Camino y camino hasta que encontró y termino
completamente perdido cuando se dio cuenta
empezó a llover sin para y se desato una tormenta
con rayos y truenos así que decidió meterse a una
cueva para evitar que pudiese caer de patas
arriba y ocurriera algo peor.
3. Cuando entro a la cueva empezó a darse cuenta que no era
tan mayor que de lo que creía por que estaba… ¡Muerto de
miedo! Oía ruidos extraños como de pisadas, gritos de
animales, estaba tan obscuro, decidió taparse los ojos con las
patas, cuando sintió que algo le picaba. Se dio lentamente la
vuelta y grito.
-¡Un monstruo!
Pero el monstruo en vez de abrir sus enormes faces y comerse a
tortuguito empezó a llorar . Tortuguito se tranquilizo y lo miro
algo extraño…
4. -¿Qué te pasa? ¿Estas bien?
-No por que cada vez que alguien entra a la cueva
se asusta o como muchos se van o se quedan
conmigo y después de dos días se marchan.
-¿Pero por que se marchan de la cueva? –pregunto
extrañado tortuguito- yo se que me he ido de mi
casa pero si no he vuelto es por que no se volver.
-No se, creo que se marchan por que les falta el
elemento mágico –suspiro el monstruo-
5. -¿El elemento mágico?, ¿Y cual es ese? Igual puedo
encontrarlo para que se los des a los próximos que pasen
a esta cueva.
-La tolerancia tortuga. El ser capaz de no dar tanta
importancia a todas las cosas que no te gustan de los
demás. Y pensar que tu también tienes cosas que no te
gustan y que es una forma de convivir.
6. -¡Oh! Vaya… Esta bien lo tendré en cuenta. Me
quedaría contigo pero creo que mi papa me
estará esperando. Pero tranquilo prometo venir a
verte de vez en cuando –Sonríe tortuguito mientras
le da un abrazo-
El abrazo de la pequeña tortuga emociono al
monstruo pues era la primera vez que recibía uno,
y se despidió de este con lagrimas en los ojos pero
esta vez de felicidad. Fin
Autor: Silvia García
Valor: Tolerancia