El poema describe un valle solitario donde antes vivían personas que se fueron a la guerra, dejando solo a las flores. Ahora el valle se siente inquieto, con árboles y nubes que se mueven sin viento. Las violetas yacen como ojos humanos sobre las tumbas ignoradas, y los lirios ondulantes lloran eternamente con rocío y lágrimas cayendo de sus cimas y tallos.