El documento utiliza múltiples comparaciones para describir la delicadeza como algo frágil, suave y sutil que se mueve entre la finura y la ternura. Se compara a la delicadeza con cosas como el rocío, las plumas de un pájaro, una gavilla de algodón y una mirada maternal hacia un hijo enfermo, destacando su ligereza, suavidad y capacidad para transmitir cariño de manera sutil.
1. Delicadezas
La delicadeza se mueve entre la finura y el exquisito miramiento; entre la ternura y
la suavidad; entre lo sutil y lo ligero; y si me apuras, con obsequios cuyos halagos
persuaden entre lo liviano y lo tierno.
Como pelo de hielo entre las hojas de un bosque, resquebrajadizo si el corazón de
un adolescente prendado rememora paseos, suspiros y arrumacos.
Como el algodón de azúcar en día ventoso, acaramelando los labios galantes en
contactotras un dulce e inofensivoabrazo.
Como gondoleros en Venecia, con una barcarola de fondo, remando hacia el
horizonte de un confín de preámbulos, los que dan inicio a una declaración, con cómplices
solidarios por todos lados.
Como el rocío en la noche más fría, cediendo paso a la alborada, la cual le cantará al
día de mañana, cuando los amoríos pasajeros refuercen su alegría hasta apoderarse del
próximo amanecer.
Como pétalos, sorprendidos en un ramo, que indefensos se mantienen si la
tradición romántica de dos enamorados alterna con ellos sus «si se quieren» o «no se
quieren», deshojados ambos.
Como el frescor mientras agota su tiempo, derritiendo la naturalidad de estar vivo,
a pesar de un colofóntremendo.
Como el verdor hasta perder lozanía, frescura con que la inmadurez combate
inexpertas misiones no más allá del desvanecimiento de una luna.
Como la risa por la sonrisa espontánea de un bebé, tampoco habla ni camina,
mientras el lanugo se cae a sus pies, quietecita con la mirada fija.
Como miniaturas de cristal en sus vitrinas, a la mínima se escurren, derrapan y
patinan, cuando tan solo pretendes admirar la colección de escalas pequeñitas, paradigma
de diplomacia y disciplina.
Como estar en ciernes de cualquier tópico, cuando cauteloso depuras tus
pensamientos, afinas tus acciones y mantienes tu vuelo en el aire, sin apartarte del lugar
donde puedas reducir todo lo grueso a polvo.
Como burbujas sobre astillas antes de tocar madera, hasta permanecen intactas,
pero a la mínima sensación de presión temen sus sustancias desprenderse del íntimo lazo.
Como un huevo sin embrión en una coctelera, del que solo puede salir lo mejor a
pesar de que todos en su interior sean más bien pardos.
2. Como la piel de un carnero curtida con cal, con tinta o sin tinta, cualquier corte la
hace declinar de su integridad y de la posibilidad de jugar con la fantasía.
Como una gavilla de algodón cuando te dejas caer encima, liberando la pesadez de
barullos sombríos que entre esta nevada maraña pueden recuperarse de pureza.
Como dos hermanas unidas, y juntas, aliviadas ellas para deleite de la dulzura,
transformando debilidades en resistencias que enorgullecen al personal.
Como un poema de amor escrito en una hoja destinada a desplomarse, haciendo
perenne el pensar y caducoel intermedio que lo revelase.
Como la mirada franca de una madre hacia su retoño aquejado, implicándose con
el padecimiento; y si no miento, sintiendo hasta la incomodidad de un dolor,
arrebatándoselo con atención y tientos de cariño.
Como mejillas acariciadas con plumas vivas, multiplicando las cosquillas para que
la impaciencia utilice la tentación con impulsos, deseos y sensualidades no excusadas.
Como los mimos deseados sin pedirlos; como el anhelo del ayer, pleno de
antepasados; comoel…, y como la… ¡puff!
¡… y yoque sé!, comolo que cada cual quiera desenvueltamente creer si pretende ser más
libre, más humano.
Domingo, 15 de abril de 2018
Félix Sánchez
Un ciudadano más.