1. LA SACA DEL GRANO.
Poesía costumbrista.
Recostao en la palanquera,
mientras liaba un cigarro,
observaba por la era
el trasiego de los carros.
Barcinaban las gavillas
que, con prisa los ereros,
esparcían en redondel
quitándoles su atadero.
A mis espaldas, traviesos,
unos potrillos añojos,
afanaban con sus belfos
las espigas del rastrojo.
Dos cobras de cuatro yeguas,
hostigadas por la tralla,
de la mano de un zagal
pataleaban la parva.
Una vez pisoteada
llegará el turno del trillo,
que triturando la paja
saca el grano del vasillo.
El trillero, muy contento,
iba sentado en la silla,
y engrandecía el momento
cantando “cantes de trilla”.
Un viejo con una caña,
guardando pavos ruanos,
busca langostas panzúas
por los rastrojos del llano.
Disponíanse a aventar
con los bielgos en la mano,
pero tendrán queesperar
hasta que pique el solano.
El ladrido de algún perro,
rompía lejanamente
el silencio de los cerros
y la paz de aquel ambiente.
El almiarero estaba
construyendo el almiar
y con la asnilla arrastraba
paja para apisonar.
Una vez pasado el trigo
por la criba y el harnero,
con aura de especialistas
llegaron los faeneros.
Usando media y rasero
Llenan jardas y costales
cuya boca cierran luego
amarradas con jicales.
Con tres mulos enganchaos,
de varas, tiro, y “lantero”,
llevan los carros cargaos
desde la era al granero.
Suben la estrecha escalera,
a una cámara de vigas,
y vacían en los atrojes
la cosecha recogida.
La saca ya ha concluido
en el verano rubeño,
y yo, que estaba dormido,
he despertado del sueño.
MANUEL PÉREZ CARO.
Osuna – 1.990