El documento define una política nacional de comunicación como un conjunto integrado de políticas parciales de comunicación armonizadas en torno a principios y normas comunes. Explica que los actores clave en la estructura comunicacional de un país son el Estado, los operadores de medios y telecomunicaciones, y los ciudadanos. Finalmente, señala que el crecimiento de medios alternativos en Venezuela en los últimos 14 años ha tenido una importancia estratégica para desmontar el discurso dominante del capitalismo neoliberal.