Un polo a tierra o puesta a tierra es un mecanismo de protección contra corrientes eléctricas que desvía sobrecargas a la tierra para proteger personas y aparatos. Existen dos tipos: vertical u horizontal. Se compone de una varilla de cobre, un anillo inoxidable, y materiales como hidrogel, carbón vegetal o sal marina para mantener la humedad de la tierra cuando es insuficiente. Un buen sitio para un polo a tierra es húmedo pero no pedregoso, arenoso o arcilloso.