La operación Pompeya fue la mayor operación contra el blanqueo de capitales procedentes de la prostitución. La policía detuvo a 66 personas y confiscó 1,5 millones de euros en efectivo de varios clubes de alterne. La trama criminal había ocultado 450 millones de euros en ganancias de la prostitución a través de sociedades para evadir impuestos y terminales de pago que enmascaraban el origen del dinero.