Las personas recurren a estímulos externos como el tabaco, las drogas, el alcohol y la comida para escapar de sentimientos negativos y evadir responsabilidades que no pueden manejar. Estos estímulos, que pueden percibirse a través de los cinco sentidos, son promovidos agresivamente por corporaciones globales mediante publicidad con el fin de ganar dinero a costa de crear adicciones. Si bien estos estímulos llevan a la adicción y dependencia, algunas personas pueden controlarlos y no dejarse influenciar.