El estudio examinó las preferencias musicales de 414 personas que escucharon 10 pistas de diferentes estilos de metal. Los participantes completaron pruebas de personalidad y escalas de agrado musical. Los resultados mostraron que las composiciones más extremas con riffs y voces intensas fueron más agradables para personas con actitudes negativas hacia la autoridad, baja autoestima, necesidad de singularidad y falta de religiosidad. Además, la mayoría de estas personas fueron hombres.