El documento describe las consecuencias negativas del bullying tanto para los agresores como para las víctimas. Para los agresores, puede conducir a convertirse en delincuentes y sentir frustración al tener dificultades para relacionarse con los demás, mientras que para las víctimas puede provocar baja autoestima, problemas emocionales como depresión y ansiedad, e incluso en algunos casos pensamientos suicidas.