Mari Cruz fue asesinada por unos ladrones mientras cerraba su tienda. Aunque estaba muerta, podía ver lo que sucedía. Su hermana fue acusada injustamente de su asesinato y enviada a la cárcel, donde fue abusada. Dio a luz a una hija en prisión. Más tarde, uno de los verdaderos asesinos confesó el crimen desde Argentina, pero para entonces la hermana de Mari Cruz ya había muerto, víctima de los abusos en prisión.