El documento describe las características de un consumidor inteligente, incluyendo tomar decisiones meditadas, conocer los impactos económicos, sociales y ambientales de sus decisiones, y participar en el desarrollo sostenible de su comunidad. Un consumidor inteligente evalúa el alcance de sus acciones y compra localmente debido a las ventajas como menos contaminación, empleos, y relaciones personales.