El documento habla sobre los pilotos kamikaze en Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Explica que la palabra "Kamikaze" significa "Viento Divino" y que los pilotos que se estrellaban contra objetivos enemigos con aviones cargados de explosivos creían que ganarían un lugar en el paraíso y serían venerados, convirtiéndose en instrumentos de la divinidad. Desde una perspectiva ética occidental, era difícil comprender una filosofía que exaltaba a jóvenes inocentes y los convertía en fanáticos