Para evitar la multiplicación de gérmenes en los alimentos y las instalaciones, se recomienda no sobrecargar las cámaras de refrigeración o congelación, realizar un registro adecuado de las temperaturas en las cámaras usando un termómetro, descongelar los alimentos en cámaras frigoríficas y no recongelarlos una vez descongelados, y desinfectar los utensilios en agua a una temperatura de 82°C.