El documento habla sobre reconocer nuestra miserableza para poder ver la grandeza de Dios. Explica que solo al reconocer nuestra debilidad e ingratitud hacia Dios podemos adorarle en espíritu y verdad. Argumenta que el ser humano siempre ha querido conocer a Dios pero a su manera, lo que los lleva a la idolatría y alejarse de Él. Finalmente, señala que debemos entender la ira de Dios ante el pecado antes de comprender su gracia.