1. Fortalecidos Con Poder por Su Espíritu Luis F. Mata a la Iglesia Voces de Victoria Domingo 04 de Octubre 2009 Introducción Hace algunos años, recibí un mensaje del Señor, una palabra profética que estaba basada en la oración que Pablo hace en Efesios 3:14-21. Entre otras cosas, en esa palabra profética el Señor me hacía saber deseo de que su pueblo comenzara a ser lleno de su plenitud, Quiero leerles parte de esta palabra profética como introducción al mensaje que deseo compartir con Ustedes esta mañana: En los días y meses por venir. Vas a perder tu pobre imagen personal. Vas a ser libre de tu historia, simplemente porque el Amor de Dios va a entrar en ti. Va a haber un derramamiento divino del Amor de Dios que va a desplazar todo lo que te hiere en la actualidad. Ábrete a Su fortaleza y Su amor porque Dios va a derramar sobre ti de su plenitud meses. El te va a otorgar de acuerdo a sus riquezas todo lo que Él tiene y lo que Él es, y El te va a fortalecer los días y meses por venir con poder en tu hombre interior por Su Espíritu. Tu hombre interior va a volverse totalmente vivo para Dios en una forma en la cual nunca lo ha estado antes. Tu vas a estar radicalmente asombrado por quien Dios es y por quien Él quiere ser para ti. Cristo va a comenzar a vivir en tu corazón en una forma que El no lo ha hecho por muchos años, y tu vas a saber lo que es tener fe - más fe de la que tu vas a saber que hacer con ella. Dios te va a arraigar y a cimentar en su Amor de tal manera que lo que Dios haga, vivirá contigo por el resto de tu vida. Y crecerá, y causará que tu crezcas para ser el hombre y la mujer que Dios quiere sobre todo que tu seas. Y tu vas a comenzar a entender, con todos los santos, cual es la verdadera anchura, longitud, altura y profundidad, para estar completamente comprometido y sumergido en la majestad del Amor de Cristo por ti, vas a conocer ese Amor de tal manera que va a ser casi más allá de tu capacidad de entenderlo o articularlo. Pero tú vas a ser llenado y Dios va a enseñarte cómo vivir como una persona llena de la plenitud de Dios. Vas a llegar a un lugar en tu sencillez infantil que tu conoces o que tu sabes que tu sabes que tu sabes que Él es capaz de hacer mucho más abundante y más allá de cualquier cosa que tu puedas pedir o pensar. Vas a aprender a vivir lo mejor de lo bueno de la majestad del Amor de Dios. Te diré, nadie va a estar a salvo de una bendición en lo que a ti concierne, porque tú vas a ser un dador. Tú vas a salir a las calles, las avenidas y las autopistas, y el Amor que tú llevas va a cambiar cosas en la gente y las situaciones alrededor tuyo. Tú vas a ser un agente de cambio magnífico porque lo que fluye a través tuyo te va a dar tanta confianza en quien es Dios que tú vas a traer a Dios a cualquier situación que encuentres, sabiendo que El se manifestará porque tú eres su muy amado hijo. Y va a haber un poder que va a estar trabajando en ti, que se llama confianza. Él va a recibir una cantidad inmensurable de gloria a través de tu vida, tu corazón, tu sencillez infantil. Tu vas a llevar un peso de gloria hacia el cielo. La gente lo va a ver, a Él, en ti. La gente va a ser tocada por Él en ti. Yo creo que nos va a tomar varias sesiones o semanas tener una meditación y búsqueda del rostro del Señor en su palabra para comenzar a recibir lo que él tiene para nosotros por medio de esta hermosa oración de Pablo. En este día quisiera iniciar con el primero propósito de la oración de Pablo. Efesios 3:16Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Desarrollo Ocurre que Efeso era el puerto mercante más importante de Asia menor; un centro no solamente comercial sino también con una fuerte opresión espiritual maligna abanderada por la deidad mas importante de aquella región, a quién se llamaba “Artemisa”. Era una ciudad donde había mucho espiritismo, exorcismos, brujería, adivinación, que habían penetrado y dominado los ambientes del quehacer normal de aquella ciudad. Cuando Pablo llegó a Efeso conoció a algunos creyentes —cerca de 12 en total— influenciados, por las enseñanzas de Apolos (Un hombre que tenía conocimiento de la doctrina del arrepentimiento y de la salvación por Jesucristo, pero que no tenía idea de la realidad del Espíritu Santo). En respuesta a las preguntas de Pablo acerca del proceso de su conversión le dijeron que ni siquiera habían escuchado hablar del Espíritu Santo. Al igual que Priscila y Aquila antes de él, Pablo se encontró explicando que el creer en Jesús no significaba solamente el bautismo por inmersión en agua, sino también el recibir al Espíritu Santo (Hechos 19:1–7). Cuando Pablo pasó en Éfeso hubo sanidades por parte de Dios de diversas enfermedades. En algunos casos una simple cinta del pelo o un delantal que habían sido tocados por Pablo tenían un efecto restaurador en los enfermos y en quienes estaban poseídos por espíritus malos (Hechos 19:11–12). Este poder impresionó a algunos exorcistas judíos ambulantes, quienes se apropiaron del nombre de Jesús en un intento por echar fuera los espíritus malos, pero no lograron tener el mismo efecto positivo que Pablo debido a que no eran creyentes genuinos. De hecho, siete de los exorcistas, quienes eran hijos de un judío, jefe de los sacerdotes, llamado Esceva, fueron superados y resultaron lesionados por un hombre poseído a quien intentaban sanar. Ocurría también, por todo lo que se puede leer en la carta a los Efesios, que los creyentes de aquella ciudad tenía problemas para relacionarse con el poder y el amor de Dios, no tenían clara la revelación de las cosas a las que tenían derecho según su nueva posición celestial, tenían problemas en sus familias, vivían persecución y lucha por parte de todos los que estaban de cuerdo con la cultura e ideas religiosas que imperaban en la ciudad; y seguramente eran presas de una tremenda opresión espiritual por no haber aprendido a vivir en la realidad del poder y del amor de Dios. Pablo, conciente de esta situación y guiado por el Espíritu Santo, hace una oración para ellos cuyo primer propósito es que los creyentes de Efeso puedan ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu, conforme a las riquezas de su gloria. ¿Por qué razón? Muy seguramente el espíritu le había revelado que ellos tenían una condición de cansancio (desfallecimiento) en su hombre interior que evitaba que el poder o la obra del espíritu de Dios, se manifestara a través de sus corazones. En esta oración de Pablo es necesario enfatizar algunas cosas de esta porción de la oración. 1.- ¡Dios es verdaderamente UN DIOS PODEROSO! Pablo está orando por los creyentes para que Dios les conceda el ser fortalecidos en su hombre interior. Pero ¿Qué clase de Dios los va a fortalecer? Si vemos en el verso 20 Pablo nos habla de un Dios que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o pensamos. Al inicio de la carta en el verso 1:19 Pablo habla de la supereminente grandeza de su poder. Podía haber pasado que a la gente de Efeso, como al Pueblo de Israel en Egipto, como a nosotros, si por algún tiempo prolongado estuvimos en opresión o abatimiento, sin ver respuestas palpables o cosas que me indicaran la intervención de Dios de poder a mi favor, que yo asumí el concepto cultural de un Dios lejano, un Dios lleno de poder que reina en el cielo, que algún día va a venir para llevarme con él, pero que realmente no interviene de manera palpable en mi vida diaria. Yo crecí en un pueblo, viendo la pobreza, la escasez, la desgracia de muchas familias que perdían familia por el peligroso trabajo en una mina, Había en el pueblo un templo, en el que se hablaba de Dios, tenía un cristo crucificado, una virgen en una vitrina, íbamos ahí cada semana al culto. Recuerdo las innumerables ocasiones que rezábamos largas e interminables oraciones y donde se hacían ofrendas en ciertas ocasiones del año para que Dios otorgara su favor a nuestras vidas. Las cosas nunca cambiaron, nunca hubo algo palpable que hiciera notar la presencia de un dios vivo, un dios de poder que pudiera querer rescatarnos de las situaciones que vivíamos en esa comunidad. A los ocho años, tuve un accidente que casi me cuesta que perdiera mi brazo derecho. Debido a la gravedad de las heridas y a la lejanía de un hospital con instrumental adecuado y médicos capacitados, tuve que pasar casi 2 días para poder ser atendido, durante el momento de la atención recuerdo que escuchaba solo cosas negativas que progresivamente me desanimaban e incrementaban el temor y la angustia. El proceso de convalecencia, rehabilitación y recuperación, además de ser doloroso, fue difícil por la falta de recuperación psicológica después del trauma y la vergüenza causada por el temor a enfrentar una vida normal en mi escuela y vida diaria. Podría describir este periodo como un tiempo obscuro, un tiempo donde todo lo que sabía de Dios probó ser todo lo contrario en mi vida. A ello le siguieron años de soledad espiritual, donde nunca experimente o estuve interesado en conocer mas de Dios. Podría decir que yo fui una persona que creció con una estricto sentido de soledad interior y orgullo a no depender de Dios. Después de mi conversión al Señor en 2001 tuve grandes problemas, ya se los he comentado, la perdida del trabajo, el ingreso por un periodo prolongado de tiempo, etc. Donde dios confrontó muchas falsas creencias que el mundo había instalado y que yo tenía operando en mi corazón. En todos estos años he visto una cantidad impresionante de milagros de Dios, de provisión, de sanidad, de restauración, etc. Y sin embargo, en cada etapa de crecimiento, tal vez sin reconocerlo, había estado sintiendo la dificultad de confiar en Dios como sustentado y mi ayudador. Desde el mes de marzo y abril de este año, Dios me había estado hablando acerca de si mismo como un Dios de Poder que SI INTERVIENE para cambiar las circunstancias de su pueblo, pero constantemente, en las meditaciones, veía que yo tenía problemas para confiar en que el fuera capaz de hacer algo que no fuera “mantenerme a flote” En un momento del años escribí lo que el Señor habló a mi corazón diciendo: Luis, tu no me conoces como un Dios de Poder que pueda darte una victoria contundente! Por mucho tiempo has vivido acostumbrado a fortalecerte a ti mismo conforme al mundo: en lo externo, en las personas, en los recursos, en tu percepción propia; por lo que sin saberlo has proyectado una mentalidad de sobrevivencia y un destino de falla o derrota donde en el que ya no quieres venir a mi para fortalecerte o para dejarme a mí pelear tus batallas y que así veas la victoria que por tantos años has anhelado. Necesitas de la fe para que pases de tu debilidad a mi fortaleza. Sin saberlo y sin darme cuenta: al no tener revelada en mi corazón la imagen de un Dios de poder, yo había estado acostumbrado a fortalecerme conforme al mundo; en todo lo externo, en todo aquello que no fuera Dios. Me había conformado o amoldado, no a una vida de victoria y abundancia de bendición, sino a una mentalidad de sobrevivencia donde conseguir las cosas me cuesta mucho trabajo. Algo que me había costado trabajo reconocer es que dentro de mi, en mi corazón, NO HABÍA UNA VERDADERA ACTITUD DE ASOMBRO QUE ME HICIERA ALABAR LA GRANDEZA DEL PODER DE DIOS. Cuando asistía a los cultos, pues como que seguía las indicaciones del director de alabanza: De pié, levántate, alza las manos, arrodíllate, etc. Mire, si bien en cierto que Pablo se pone de rodillas para orar, en un sentido de petición, yo también creo que no lo hace de píe porque simplemente, la contemplación de aquel inmenso y supereminente poder, no le permite hacerlo de otra forma! Yo creo que Pablo, viendo la condición de cansancio interior, se acerca al Dios de poder y fortaleza, pero al entrar en contacto con él, sus piernas flaquean, sus rodillas se vecen y cae ahí convencido de que ese Dios al que le ora, Su Dios, es poderoso para hacer las cosas! Yo creo que cuando Usted y Yo no tenemos un verdadero aprecio por la alabanza, cuando no expresamos nuestro asombro de las cosas que Dios hace en nuestra vida, ¡Es posible que la imagen del Dios de poder esté velada en nuestros corazones! ¿Qué pasó con Moisés y María cuando vieron el milagro del mar rojo? ¡Cantaron alabanzas a su Dios! ¿Qué pasaba con David cuando conquistaba o tomaba territorios ocupados por sus enemigos? ¡Entonaba cánticos de alabanza al poder de su Dios! Sin embargo, el salmo 78 dice que aunque Dios manifestaba constantemente sus obras al pueblo de Israel, comenzando por el Éxodo, ellos le tentaban constantemente poniendo en duda su poder. Tenemos que dejar hoy que el espíritu examine nuestro corazón y vemos si nuestra actitud de confianza y de alabanza corresponden a tener una imagen de un Dios de poder revelado en nuestro corazón. PORQUE NUESTRA PERSONA INTERIOR NO VA A QUERER IR A FORTALECERSE A CON ALGO A LO QUE NO CONSIDERA PODEROSO, O FUENTE DE FORTALEZA. 2.- ¡Dios verdaderamente Desea darme descanso y fortalecerme! Como dijimos, Pablo ora para que Dios fortalezca en el interior a los creyentes porque seguramente, el no haber conocido anteriormente a ese Dios de poder, a la supereminente grandeza del poder que operó en Cristo para resucitarlo de entre los muertos y que también podía operar en ellos, había causado en ellos esa condición de cansancio interior. Antes de poder ser fortalecidos y recibir fuerzas nuevas de parte de Dios debemos conocer si tenemos una imagen de un Dios que verdaderamente desea fortalecerme, sustentarme y/o ser mi ayudador! Isaías 49:29 El (Jehová) da esfuerzo (fortaleza) al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Habemos quienes hemos estado acostumbrados tal vez mantener una vida de religión pero con una realidad de soledad interior donde el cansancio y el desfallecimiento interior no nos permiten avanzar a la vida de victoria y abundancia que Cristo tiene para nosotros. Otros tal vez ya ni siquiera podamos reconocer nuestro cansancio interior porque ni siquiera tenemos contra que comparar nuestra condición y tal vez hemos llegado a pensar que vivir como vivimos, como un sobreviviente, sin experimentar la plenitud de su presencia y de su poder, luchando con nuestras propias fuerzas, sin una actitud de reconocimiento al Dios que da fortaleza al cansado y multiplica las fuerzas al que ya no tiene. Isaías 41:10 No temas porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy Tu Dios que te esfuerzo (fortalezco), siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. En Mateo 11:28-30 Jesus dijo a sus discípulos “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” Aquí Jesús está hablando de una imagen que era familiar para la gente de su tiempo: Dos animales que eran usados para el arado unidos por medio de un yugo de madera. Cuando el animal era joven e inexperto, a menudo era puesto con un buey con fuerza y experiencia que lo detenía cuando éste quería desviarse y por otro lado lo ayudaba con su carga cuando el animalito más débil ya tenía pocas fuerzas. Jesús no habla de darte descanso en base a reposo físico, él habla de ser tu ayudador aún en medio de tus labores o esfuerzos diarios, el ha prometido que está contigo fortaleciéndote, sustentándote cuando te sientas cansado y trabajado, cargando la carga que tu no puedas llevar, ¡siendo tu verdadero ayudador! El salmo 55:22 también dice “Echa sobre Jehová tu carga y el te sustentará” Aquí la pregunta es ¿desea mi ser interior verdaderamente venir a Jesús para que el me ayude con mi carga? Tal es que si no aún no he conocido a ese Dios de poder, a un Dios que esté interesado y dispuesto a ser mi ayudador y mi descanso, muy posiblemente mi ser interior simplemente NO ESTÉ INTERESADO EN VENIR A JESUS PARA HALLAR DESCANSO PARA MI ALMA. 3.- Necesitamos la sanidad del Señor para el Desanimo y Cansancio Interior Hace unos pocos domingos veía en una predicación a un pastor explicar como meditar en la escritura. El usaba como ejemplo el Salmo 23 “En lugares de delicados pastos me harás descansar… junto a aguas de reposo me pastorearás… Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.. Este hombre decía que debes hablar y hablar la palabra dando tiempo para meditación y reflexión y a manera de broma decía… “ tu vara y tu callado, para darme aliento?” “Ohhh… no son para reventarme a golpes!” que interesante! Yo mismo me puse a hacer el ejercicio y dos palabras me llamaron tremendamente la atención: Te hará descansar” y “ Su vara y su callado son para mi alentarme”. Deje el tiempo suficiente para que el espíritu del Señor me confrontara con estas dos verdades y al pedirle al Señor que examinara mi corazón comencé a recordar el tiempo en que mi padre se encargó de darme rehabilitación después del accidente de mi brazo: Ocurre que había un jovencito en mi pueblo que había tenido el mismo tipo de fractura en el codo y debido a que no tuvo una buena rehabilitación, su codo se quedó endurecido, sin flexibilidad, como si tuviera una escuadra en su brazo. Mi padre, pidió consejo a los médicos que me habían atendido y tomó muy en serio su labor; él mismo se encargó de darme los baños de agua fría y caliente y ponerme ejercicios para que mi brazo comenzara a estirarse progresivamente. Recuerdo que solía llevarme al trabajo con él donde tenía frascos cargados con plomo, amarrados con una cuerda en la zona de la tapa para que yo los levantara con el brazo. Recordé algo que pensé había olvidado: la sensación de terror y angustia ante la insistente presión de mi padre que me obligaba a cargar los frascos; para mi la sensación de la fractura, el dolor de los clavos de platino era tan real que aquello era un verdadero tormento para mi alma. Al recordar esa experiencia sentí la angustia y la tristeza como la sentí en aquella ocasión; entonces el Señor habló a mi corazón y me dijo “Mi autoridad, mi ayuda, no es para causarte dolor, ni para atormentarte, son para fortalecerte y alentarte.” En ese momento pude ver como dice la escritura que el pastor lleva a la oveja y el mismo la hace descansar, la recuesta, luego la pastorea en aguas que no son profundas o agitadas, para que la oveja no sienta angustiada y pueda beber el agua del reposo. Pude imaginarme al pastor poniendo su vara y su callado en la panza de la ovejita a la que sus piernas flaqueaban y al tiempo que empujarla amorosamente para seguir adelante. Muchas veces no tiene que habernos ocurrido algo físicamente doloroso o angustiante. Basta que hayamos experimentado situaciones donde estuvimos clamando por ayuda que no llegó, donde no fuimos oídos, atendidos, auxiliados. Otras veces puede ser que nuestros padres, mentores o autoridades espirituales nos hayan hecho pasar situaciones que provocaron desanimo o tristeza. Cuando uno ha sido victima del favoritismo, de ser avergonzados, menospreciados o señalados para un destino de falla o fracaso, eso constituye también una fuente de desanimo en nuestras almas. Hace días en uno de esos raros momentos de oración en pareja, comentaba con mi esposa como la misericordia de Dios es nueva cada día. Era un momento donde apenas estaba amaneciendo y ella recordó como cuando ella cuidaba por las noches en el hospital a su madre, solía mirar por la ventana y cuando veía que iba a amanecer se ponía contenta por que sabía que veía alguien a relevarla! ¡Yo te digo hoy que viene el tiempo donde vas a tener un verdadero relevo! Alguien que si va a ser una verdadera ayuda, el único y verdadero ayudador, por el cuál podrás decir de todo tu corazón “El Señor es mi ayudador, no temeré lo que pueda hacerme el hombre! Tiempo donde te acercas a Jesús y le dices: ¡creo! Ahora creo que tu si escuchas mi clamor, que si deseas cuidarme y hacerme descansar, por favor! Toma esta carga y déjame hacer pareja contigo para toda la labor que tenemos enfrente! ¡Susténtame con tu diestra de Justicia! ¡Se Tu mi reposo! ¡Se TU mi fortaleza! 4.- Necesitamos conocer EN QUE Y COMO verdaderamente nos vamos a fortalecer. Vea como Pablo dice que hay que fortalecernos conforme a las riquezas de su gloria. Por que dice esto? Porque el sabe que tenemos la tendencia a fortalecernos o desanimarnos conforme a nuestros sentidos, por la vía externa; tendemos a sentirnos muchas veces animados o desanimados por los recursos con los que contamos para enfrentar los retos de la vida. En Jueces 6:12 tenemos un buen ejemplo de esto. Ya hemos compartido la historia. Está Gedeón escondido, trabajando de noche por temor a los madianitas cuando el Señor se le aparece y le dice “El Señor está contigo, Varón Esforzado (fortalecido) y Valiente” 13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. Aquí vemos claramente el caso de un hombre que no tenía revelado al Dios de poder en su corazón, que no estaba acostumbrado a fortalecerse en él sino en los recursos de los que tenía a la mano. ¡Debemos aprender a romper esta atadura, este circulo vicioso que nos priva de conocer el poder de Dios obrando a través de nuestro corazón pero nos es necesario renunciar a seguir tomando aliento o seguirnos desalentando por las cosas que tenemos o dejamos de tener! Algunos nos sentimos alentados por los recursos en nuestras cuentas de banco, otros por la aparente estabilidad de su trabajo. Otros más tal vez por la compañía o relaciones de las que podemos echar mano cuando creamos que lo necesitamos. Debemos entender que si bien es cierto que Dios nos ha llamado a la unidad y la perseverancia, también nos llama a depender únicamente de él! Pero entonces ¿Cómo hago para fortalecerme? ¡Buscando al único que verdaderamente puede fortalecerte! ¿Se acuerda de lo que le decía Jehová Dios a Josué justo antes de tomar la tierra prometida? La escritura Señala en Josué 1 que Dios le avisaba a Josué que él ya había entregado la tierra en su manos, que nadie le iba poder a hacer frente porque Él estaría con él.. (Josue 1:2,5) pero le dice: Josue 1:7 está la clave: Dios le dice ¡Solamente! Esfuerzate (fortalécete) En que? En tus armas, en tu gente, en tus amigos, en los caballos, en los carros? No!, ¡fíjese bien lo que dice la idea completa! 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Es decir, cuando Usted y yo tenemos la costumbre de buscar a Dios en la escritura continuamente meditando en ella, podremos recibir la perspectiva de Dios para nuestra situación, podremos vernos como las personas victoriosas y valientes que él ve en nosotros. La meditación hace una obra poderosa en nuestras almas, al poner nuestra mente en la palabra de Dios, su mente entra en contacto con la nuestra y nos fortalece desde el interior con su perspectiva! ¿Como cree que Jesus pudo enfrentar la cruz después del Getsemaní? ¿Cómo cree que pablo tuvo animo para escribir sobre el gozo y la provisión del Señor estando encadenado en un obscuro y mal oliente calabozo de una prisión? Ahí en la meditación, en la oración podemos entrar en contacto con la revelación de ese Dios de poder, de ese Dios que en verdad está interesado en darnos descanso y victoria aún en nuestras situaciones mas adversas! ¡Mire que no hacer esto es un gran pecado! Por que se lo digo? Porque Cristo en la cruz se hizo débil por usted y por mi, para que ya no andemos en debilidad interior. El escogió no fortalecerse en lo terrenal y lo temporal y en esa obediencia nos ha hecho disponible el camino al padre que nos fortalece de manera que verdaderamente podamos decir “diga el débil fuerte soy!” Hermano: Tal vez has estado viendo cosas adversas en tu vida, tal vez ha habido situaciones que ha estado provocando desanimo, duda, temor. Yo he venido para decirte que es una oportunidad divina! Es la oportunidad que digas no! No mas a fortalecerme en lo terrenal, en lo temporal. Es tiempo de que digas, Señor, yo quiero abrir mi corazón a ser fortalecido en tus riquezas en gloria! Yo quiero ser verdaderamente fortalecido por tu poder. Ministración: Pedir revelación al E. Santo para ver donde permití que me fuera sembrada una imagen de un Dios que no tiene verdadero poder, que no está interesado en darme descanso o fortalecerme. Preguntar si mi actitud es de alabanza y descanso continuo o es de afán, temor, enojo que reflejan que estoy fortaleciendome en lo temporal. Pedir al E.Santo sanidad! Decidir abrir mi corazón al Dios de poder y a su fortaleza.