El documento explora la naturaleza de los días oscuros y felices en la vida. Reconoce que tanto lo bueno como lo malo son parte de la vida, y que a menudo fingimos alegría cuando en realidad ya no la sentimos. Argumenta que la verdadera felicidad viene de dentro y no depende del tiempo, sino de aceptar los sentimientos positivos cuando llegan y sacarles provecho sin forzarlos o contar el tiempo. Concluye que todos llevamos alegría interior y que olvidarla es volver la vida una miseria.