Técnicas de estudio optimizan el esfuerzo y rendimiento al estudiar mediante mejorar la atención, concentración y organización. Se recomienda estudiar un poco cada día en lugar de dejar todo para el último momento. Un lugar de estudio silencioso, iluminado y organizado ayuda a aprovechar el tiempo. Técnicas como subrayar, ficheros, imágenes mentales y cadenas asocian conceptos con imágenes para mejorar la memorización.