Centralia era un pueblo de Pensilvania cuya mina de carbón subterránea se incendió en 1962 y sigue ardiendo hasta el día de hoy. El fuego forzó la evacuación de la mayoría de los residentes en la década de 1980 debido a los gases tóxicos y al hundimiento del suelo. Hoy en día, Centralia permanece como una ciudad fantasma casi desierta, con solo 10 residentes, mientras el incendio subterráneo continúa ardiendo.
2. Centralia (Silent Hill)
Centralia es un pequeño pueblo ubicado en Pensilvania. Hace cinco décadas los pobladores
llevaban una vida normal, como la de cualquier otro; pero en 1962 la vida de todos ellos cambió,
luego de incendiarse una vieja mina de carbón que arde debajo de la ciudad, ya por 50 años sin
apagarse.
El fuego se ha extendido por todo el pueblo, destruyendo sembríos, carreteras, casas, postes de
luz y todo. Las llamas de la superficie fueron apagadas por los bomberos, pero el carbón
subterráneo siguió ardiendo bajo las casas hasta hacerse un monstruo incontrolable. La extrema
calentura y los gases obligó a los habitantes a huir del pueblo. Es un verdadero pueblo
fantasma que arde casi medio siglo. En el lugar hubo alguna vez una sala de cine, 3 escuelas, una
docena de restaurantes, una oficina de correos e iglesias. Dicen que en la actualidad los
residentes no pasan de 10 (todos corren peligro). La zona que ahora está totalmente desolada,
con algunas calles pavimentadas que dan escalofríos, por su soledad
Dicen que el fuego se seguirá ardiendo por unos 250 años más. Uno de los habitantes del lugar
dijo alguna vez que “Este era un mundo donde ningún ser humano podría vivir, más caliente que
el planeta Mercurio, su atmósfera tan venenosa como el de Saturno. El fuego poco a poco se
movía en todas direcciones, amenazando todos los poblados”.
3. Centralia (Silent Hill)
Hoy día, Centralia es un lugar abandonado y fantasmal. La mina subterránea sigue ardiendo y se
calcula que contiene carbón para hacerlo durante 250 años más. La carretera estatal 61, que fue
cerrada a mediados de los 90, es un lugar auténticamente espectral. Un enorme cartel nos
advierte del peligro poco antes de llegar: “Incendio en mina subterránea. Adentrarse en este área
puede ocasionar graves daños o la muerte. Gases peligrosos. Peligro de hundimiento”. La fuerza
del incendio ha rajado la carretera en dos; una gigantesca grieta que cruza de un lado a otro como
si la tierra acabara de estallar.
4. Centralia (Silent Hill)
Actualmente se calcula que la veta de carbón bajo Centralia tiene unos 10 kilómetros de
extensión y arde a unos 1.000 metros de profundidad. Las autoridades se dieron cuenta de su
existencia a mediados de los 70. Los bomberos abrieron varios agujeros en la tierra para
comprobar las evoluciones del incendio y lo consideraban controlado hasta que el propietario de
una gasolinera local introdujo una vara para medir los tanques subterráneos y descubrió que
estaban a 80º C.
Poco tiempo después, un niño de 12 años fue rescatado tras caer en un pozo de más de 40
metros que se abrió bajo sus pies. A la vista de los acontecimientos, las autoridades se pusieron
en marcha y en 1984 evacuaron la ciudad. Unas cuantas familias optaron por quedarse hasta que
en 1992 fueron expulsadas definitivamente.
Hoy día, lo poco que queda del pueblo ha sido devorado por la vegetación. De vez en cuando
algún grupo de despreocupados turistas se aventura en las inmediaciones de la mina y se
fotografía junto a las humeantes chimeneas. Ignoran que, en cualquier momento, el monstruo
puede despertar.
5. CENTRALIA
Centralia fue fundado con el nombre de Centreville allá por 1854. En 1866 le
cambiaron el nombre porque ya había otro pueblo con ese nombre un par de
condados más allá, y como Centralia se quedó. Un par de líneas de ferrocarril
pasaban por allí, lo que conllevó un crecimiento notable de la población, que
alcanzó su cénit cuando moría el siglo XIX, con unos 3.000 habitantes. La minería
del carbón era y siguió siendo durante muchos años el principal empleador del
pueblo. A lo largo del siglo XX la población fue descendiendo poco a poco hasta
que a principios de los ochenta quedaban mil personas en el pueblo, más otras
seiscientas en los inmediatos alrededores.
6. CENTRALIA
a de los 80 el asunto se puso verdaderamente serio. Empezaron a aparecer informes de graves
perjuicios para la salud de los habitantes de Centralia debido a las continuas emanaciones de
gases tóxicos provocados por el incendio. Los habitantes de Centralia instalaron en sus casas
medidores de monóxido de carbono, dióxido de carbono y oxígeno para evitar morir asfixiados
durante la noche. En 1981 los pozos de evacuación de gases eran ya 1.800. Ese mismo año, un
chico de 12 años llamado Todd Dombowsky estaba jugando en el jardín trasero de su casa cuando
se abrió un hoyo de metro y pico de ancho bajo sus pies. Todd se agarró como pudo al terreno
gritando; su hermano se percató del peligro y corrió a rescatarle, salvándole la vida. De ese hoyo,
que tenía medio centenar de metros de profundidad, brotó un chorro de gas hirviente que
contenía cantidades letales de monóxido de carbono.
7. CENTRALIA
El pueblo se dio cuenta de que estaba en inminente peligro de muerte. Se celebró un referéndum
para evacuar el pueblo y ganó el sí, pero sin financiación poco había que hacer. Por entonces se
calculó que extinguir el incendio costaría 100 millones de dólares y habría que evacuar la mayor
parte del pueblo de todas formas. El asunto pasó al estado de Pensilvania primero y al Congreso
de EE.UU. más tarde. La gente se fue marchando del pueblo poco a poco, pero ese goteo se
convirtió en estampida cuando el congreso otorgó cuarenta millones de dólares para realojar a los
centralianos. La inmensa mayoría de los habitantes de Centralia se marchó a pueblos cercanos
como Mount Carmel o Ashland. Unas pocas familias, sin embargo, se negaron a marcharse.
Habían crecido allí y allí querían permanecer, por más que al pueblo le estuvieran ardiendo las
entrañas.
8.
9. CENTRALIA
Hoy Centralia permanece como una fantasmagórica
ciudad abandonada. Las calles siguen existiendo, aunque
el asfalto ha comenzado a ser devorado por la maleza, y
aquí y allá se abren profundos hoyos por la presión del
incendio. Apenas quedan 17 edificios en pie en el pueblo,
entre ellos el ayuntamiento y la iglesia Ortodoxa, que se
salvó por estar al norte del pueblo, lejos del incendio.
Según el censo de 2010 Centralia tiene 10 habitantes. En
1990 tenía 63 y en el 2000 apenas quedaban 21. El
ayuntamiento sigue funcionando y se reúne una vez al
año. La factura más grande que tuvo que pagar el año
pasado fue la de la luz. 92 dólares. Los pocos resistentes
que quedan han ido perdiendo sucesivas batallas legales
para evitar su expulsión, la última en febrero de este
mismo año. Las calles del pueblo están desiertas e
inertes, en sus márgenes ya no hay cuidados céspedes
sino solares desolados y comidos por la vegetación. Los
únicos lugares que se mantienen en buen estado son los
cementerios. Una metáfora para un pueblo que ya no
conoce futuro.
10. DATOS SOBRE CENTRALIA
Centralia es un borough en el condado de Columbia, Pensilvania, en los Estados Unidos. En 1981
había más de 1.000 habitantes, pero la población disminuyó a 10 en el Censo de 2010, como
resultado ...Wikipedia
Superficie: 52 ha
Elevación: 447 m
Tiempo: 10 °C, viento NO a 2 km/h, 99% de humedad
Hoteles: Los hoteles de 3 estrellas tienen un precio medio de $2,272.Ver hoteles
Población: 10 (2013)
Hora local: martes 20:02