El pueblo Navajo se enfrenta a los daños ambientales y a la salud causados por las minas de carbón a cielo abierto en su territorio ancestral de Black Mesa, Arizona. Las minas han secado muchos manantiales y contaminado el agua subterránea, además de provocar enfermedades respiratorias en la comunidad. Aunque la minería del carbón es ahora parte de la economía local, los activistas Navajo buscan una transición hacia energías renovables como la solar para proteger su forma de vida tradicional y sus recursos