El documento argumenta que la educación debe adaptarse a un mundo en continua transformación donde las tecnologías se vuelven obsoletas rápidamente. La educación debe preparar a los estudiantes para aprender de forma continua a lo largo de su vida y desarrollar habilidades como la capacidad de adaptación más que enfocarse exclusivamente en conocimientos académicos. El modelo tradicional de enseñanza centrado en la transmisión de conocimientos ya no es suficiente y se necesitan nuevos enfoques basados en la experiencia y la práctica.