Los prismas refractan la luz de manera diferente según su frecuencia, descomponiendo la luz blanca en el espectro del arcoíris. Los prismas también pueden polarizar la luz al separar cada haz en componentes de polarización diferente. Los prismas funcionan desviando la trayectoria de la luz cuando esta pasa de un medio a otro, como del aire al vidrio, debido a que la luz reduce su velocidad y forma un ángulo respecto a la interfaz.