Si fuera presidenta de Honduras, ayudaría a los pobres con vivienda y alimentos, mejoraría la vigilancia policial, construiría orfanatos y escuelas para niños y adultos, castigaría a criminales y corruptos, y apoyaría a familias con necesidades médicas y económicas. También enfocaría esfuerzos en prevenir el bullying en escuelas y proteger a los inmigrantes de daño físico.