El documento aconseja a los niños que digan no y se alejen de cualquier adulto que intente tocar sus genitales o hacer que toquen los suyos, excepto los padres o un médico con los padres presentes. También les dice a los niños que le cuenten a sus padres lo sucedido cuando lleguen a casa y que no escuchen a un adulto que les diga que no se lo cuenten a nadie, porque eso sería un abuso sexual prohibido.