Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo físico y emocional del niño, incluyendo el crecimiento acelerado y la formación de los primeros órganos. Sin embargo, durante esta etapa también pueden surgir trastornos como la angustia de separación, la evitación y las fobias si el niño no recibe el apego y cuidado adecuados de sus cuidadores.