El rey estaba enfermo y sus tres hijos debían encontrar el agua de vida para salvarlo. Los dos hermanos mayores desviaron de su camino al responderle mal a un duende, pero el hermano menor fue amable y el duende lo ayudó a encontrar el agua y rescatar a una princesa de quien se enamoró. Al curar al rey con el agua, el hermano menor recibió la corona y se casó con la princesa.