La gata de Marina salió al patio y se ensució con barro. Marina se puso muy triste al enseñarle a su madre lo sucia que estaba su gata. Su madre la bañó con champú que olía a rosas. Desde entonces, la gata fue llamada Rosita y ya no le gusta salir al patio para que no la vuelvan a bañar si se ensucia.