Este documento analiza cómo las redes sociales han influido en la evolución del lenguaje entre las nuevas generaciones, generando nuevas palabras, símbolos y formas de comunicación más rápidas. Sin embargo, algunos argumentan que esto puede dañar el lenguaje debido a la falta de reglas ortográficas. El documento también discute cómo los emoticones han reemplazado parte de la expresión escrita y si esto fortalece o debilita el alfabeto.