Los pueblos indígenas Aymara, Mapuche, Diaguita y Atacameño se desarrollaron en diferentes regiones geográficas de Chile. Cada uno tenía su propia organización política y religiosa, así como actividades económicas como la agricultura, ganadería y recolección. Aportaron importantes elementos culturales a Chile como el cultivo de la papa y la quinua. En la actualidad, muchos de sus descendientes mantienen sus tradiciones culturales a pesar de los desafíos.