Las marcas de chicle Bubbaloo y Top Line propusieron el beso como parte de sus campañas publicitarias, aunque dirigidas a públicos diferentes. Bubbaloo apunta a preadolescentes de 8 a 14 años y presenta el beso como un juego ligero que permite la interacción con el sexo opuesto de manera relajada. Top Line se enfoca en adolescentes y muestra el beso como un premio que se gana a través de propuestas frescas y originales para conquistar al sexo opuesto.