La autora plantea que el aprendizaje y la enseñanza van de la mano, sin diferencias, y que ambos procesos se enriquecen mutuamente a través del intercambio de conocimientos según las necesidades de cada uno. También sugiere que este enfoque permite revisar el aprendizaje e involucrar al alumno en la búsqueda de nuevos conocimientos mediante la curiosidad y la creatividad, lo que lleva a generar nuevas propuestas e innovación.