La historia trata de dos personas y dos ratones que buscan queso en un laberinto. Los ratones vigilan cuidadosamente su queso y lo protegen, mientras que las personas se descuidan y pierden el suyo. Una persona supera sus miedos, sale a buscar nuevo queso y lo encuentra, mientras la otra se queda quejándose. La historia enseña que hay que enfrentar los miedos, buscar lo que se quiere en lugar de esperarlo, y cuidar lo que se tiene para no perderlo.