El proyecto de la quinta generación de computadoras iniciado en Japón en los años 1970 buscaba desarrollar máquinas capaces de resolver problemas complejos utilizando inteligencia artificial. El objetivo era que las computadoras pudieran realizar tareas como la traducción automática de idiomas usando el lenguaje Prolog a nivel de hardware y software. Luego de 11 años, el proyecto no alcanzó los resultados esperados y las computadoras actuales siguen una arquitectura diferente.