El selfie ha beneficiado a la industria de la cirugía estética al incrementar la demanda de intervenciones. La sobreexposición en las redes sociales causa más complejos en adolescentes y los lleva a buscar cambios en su apariencia. Aunque la demanda ha caído un 15-18% en España debido a la crisis, el perfil que recurre a la cirugía es más joven.