El documento describe tres tipos de agricultura compatibles con el medio ambiente: la agricultura sustentable, que evita la degradación del suelo y toma en cuenta factores sociales, económicos y ecológicos; la agricultura orgánica, que evita el uso de fertilizantes sintéticos y usa productos naturales para controlar enfermedades; y la agricultura tradicional, que se basa en conocimientos indígenas para manejar el suelo y producir sin químicos.