Esta presentación contiene trocitos de mi experiencia trabajando con Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sudán del Sur, en un lugar alejado de la riqueza del petróleo, pero cercano a la conflctiva frontera con Sudán del Norte. Sus encharcadas tierras en la época húmeda y inóspitas en la época seca, acogen a miles de familias que se han instalado en casitas de paja en busca de un nuevo hogar. Les falta un poco de todo, pero ahora tienen la atención médico-humanitaria de MSF. Es un agridulce recuerdo compuesto de personas que no quiero olvidar.