Haití - Un año después del terremoto, seguimos ayudando
1. Haití - Un año después del terremoto, seguimos ayudando tras las
catástrofes acumuladas
6 de enero de 2011. Haití
El terremoto que asoló Haití el 12 de enero de 2010 ha causado más víctimas que el tsunami de 2004:
250.000 muertos, 300.000 heridos y 1.300.000 sin hogar. Y desde octubre, cientos de miles de haitianos han
sido contagiados por una epidemia de cólera. Ante estos azotes, Haití es ya el país más pobre del continente
americano. Las catástrofes naturales se suceden y devastan las condiciones de vida de sus habitantes. La
Fundación Tierra de hombres - Ayuda a la infancia (Tdh – Terre des hommes), que trabaja sobre el terreno
en la salud y la alimentación de los niños y niñas desde hace más de 20 años, ha triplicado su ayuda después
del seísmo.
Antes del terremoto, la situación sanitaria y de protección a la infancia era ya de lo más alarmante: cuatro
niños/as de cada 10 vivían en una pobreza absoluta, el 23% de los menores de 5 años sufrían retraso en el
crecimiento, el 17% tenían un peso insuficiente, un tercio de los niños/as vivían fuera de su hogar, medio
millón vivían en las calles o en orfelinatos, 173.000 trabajaban como empleadas domésticas no remuneradas
(“restavek”), 2.000 eran víctimas del tráfico cada año y la mitad de los niños/as no iban a la escuela.
Pero el 12 de enero de 2010, fue una catástrofe inconmensurable la que asoló Haití, dejando a los
supervivientes solo una tierra devastada. En la región del seísmo, el Departamento del Oeste, cientos de
miles de niños/as y adultos han perdido brutalmente a sus parientes, sus casas, sus trabajos y se han
encontrado en situación precaria en pocos minutos. Con el 60-80% de las viviendas derrumbadas, más de
800.000 niños/as se han encontrado sin techo. Sus familias han encontrado refugios improvisados o se han
marchado a reunirse con familiares en los departamentos menos afectados por el seísmo.
2. En el Departamento del Sur, la llegada de numerosos refugiados ha hecho caer en la precariedad a las
familias que les han acogido. La concentración de las ayudas humanitarias en las zonas sacudidas por el
temblor ha aislado esta región, faltándoles por lo tanto ya los servicios básicos. Numerosos parientes han
debido regresar a la capital para buscar víveres y medicamentos, dejando a sus niños/as con sus parientes en
las zonas rurales.
Tdh lleva interviniendo en Haití desde hace más de 20 años y ha desarrollado la salud básica y la
nutrición de los niños y niñas, de las mujeres embarazadas y lactantes en el departamento del Sur.
El día después del seísmo, gracias al equipo existente en el lugar, al conocimiento del terreno y a la
confianza de la población y de las autoridades, Tdh ha ampliado sus zonas de intervención y ha aportado una
ayuda de calidad. Inmediatamente, el equipo ha dado un apoyo paramédico y logístico a los dos hospitales
de la ciudad de Les Cayes, saturados de cientos de heridos venidos de la zona del terremoto. Al mismo
tiempo, un equipo de urgencia de Tdh llegaba a la isla y se instalaba en el Departamento del Oeste, en la
región de Leogane, epicentro del seísmo. La Fundación de Tierra de hombres ha encontrado el apoyo de
otras organizaciones, Tierra de Hombres de Holanda, Alemania, Italia y Luxemburgo, además de Chaîne de
Bonheur, Medicor y también de la generosidad de la población suiza.
En el transcurso del año 2010, Tdh ha aportado también ayuda de urgencia y servicios para mejorar las
condiciones de vida de las más de 75.000 personas golpeadas por la catástrofe. De entrada, Tdh ha
desarrollado una aproximación que favorece el regreso y el mantenimiento de la población en sus antiguos
lugares donde estaban sus viviendas, a fin de evitar los fenómenos de reagrupación y reforzar la resistencia
de las comunidades. Se han entregado a las familias refugios temporales, productos de primera necesidad y
agua potable. Luego, a medida que se respondía a las necesidades elementales y se anticipaba a los nuevos
riesgos de ciclones que se anunciaban, Tdh ha construido equipos más duraderos: instalaciones permanentes
de agua y saneamientos, y después refugios “transitorios” que ofrecen una vida más digna y más segura que
las simples tiendas. En total, se han abierto 9 centros de ocio comunitario que ofrecen a los niños/as juegos,
talleres de expresión y de movimiento, a fin de devolverles la confianza y constituirse en un entorno estable.
Se han puesto en marcha medidas de protección y de acompañamiento individualizados para los más
vulnerables, tales como los niños/as separados de sus familias, víctimas de abusos, de explotación y de otras
formas de violencia. Trabajando en estrecha colaboración con los habitantes e instituciones de Haití, Tdh ha
creado sobre el terreno unos 200 empleos para haitianos, a los cuales se les añaden unos 20 expatriados.
Cerca de 14 millones de francos suizos (10,5 millones de euros) han sido comprometidos para los años 2010
y 2011.
3. Un año más tarde, la situación en el país sigue siendo de lo más caótica, tanto desde el punto de vista
social, como político y climático. A pesar de una gran presencia de organizaciones humanitarias en el
Departamento del Oeste, la población vive todavía en condiciones temporales y las soluciones de
restablecimiento económico están lejos de conseguirse. Numerosas familias intentan regresar a sus barrios o
comunidades, pero la reconstrucción de las viviendas es lenta e insuficiente. Cada vez más niños/as viven en
las calles, donde reinan la violencia y sobre todo las agresiones sexuales. Los riesgos de inundación y de
ciclones son una amenaza, tanto más inquietante en cuanto que miles de personas están alojadas en tiendas.
El cólera y el caos político perturban desde hace varias semanas todas las acciones humanitarias. La
epidemia es fulminante. A últimos de noviembre se esperaba que afectase a 400.000 habitantes hasta la
primavera (fuente: OMS), de los que uno de cada 20 morirán. Aunque Tdh está especializada en salud
comunitaria, no es una organización médica. Tdh garantiza tareas preventivas y ligadas a la higiene para
frenar la epidemia y colabora sobre todo con Médicos del Mundo, Médicos sin Fronteras así como el
Ministerio Haitiano de Salud Pública y con la población para que los enfermos se beneficien de la asistencia.
En los próximos meses, Tdh proseguirá sus esfuerzos para cuidar a los niños/ desnutridos, proteger a la
infancia más vulnerable, mejorar las condiciones higiénicas y el saneamiento y además combatir el cólera en
todas sus acciones (asistencial, prevención comunitaria, protección). Tdh trabaja en estrecha colaboración
con el Gobierno y las comunidades, a fin de asegurar la durabilidad de su acción. Su objetivo es el de dar las
facultades y lo medios a las familias y a las comunidades para construir su futuro, asegurar un entorno sólido
y digno a sus niños