El documento compara las cosmovisiones materialista y bíblica para explicar las diferencias en riqueza entre naciones. Argumenta que la ética judeocristiana, con su énfasis en el trabajo, dominio sobre la naturaleza e historia lineal, ha sido más propicia para el desarrollo económico. Mientras que la mentalidad africana tradicional, con su visión fatalista y dependiente, ha sido un obstáculo. El capital humano, no los recursos naturales, es la principal fuente de riqueza, según un informe del Banco M