Este documento discute cómo el uso de las redes sociales está cambiando la forma en que los gobiernos interactúan con los ciudadanos y cómo los ciudadanos participan en el proceso político. Argumenta que los gobiernos deben estar presentes en las redes sociales para facilitar la libre circulación de información y conocimiento, fomentar la transparencia y avanzar hacia una democracia más deliberativa y participativa. También enfatiza la importancia de respetar las opiniones de los ciudadanos en las redes sociales aunque no siempre se compartan