El documento habla sobre la obediencia como fruto del reavivamiento espiritual. Resalta ejemplos bíblicos de obediencia como Pedro, Esteban, Pablo, Ananías y Jesús, y cómo algunos como Agripa y Ananías y Safira no fueron completamente obedientes. Enfatiza que la verdadera obediencia requiere entregarse totalmente a Dios y su voluntad.