Un regulador de voltaje mantiene una tensión constante a la salida a pesar de las variaciones de voltaje en la entrada. Esto permite el funcionamiento seguro y eficiente de los equipos al protegerlos de las fluctuaciones de voltaje, aumentando su vida útil y productividad mientras se reducen los costos. Para seleccionar el regulador adecuado se debe conocer el voltaje de entrada y salida requerido, el consumo de los equipos, el rango de regulación necesario y el número de fases.