El documento explora la relación entre la tecnología y la educación, analizando cómo la sobreexposición a dispositivos puede afectar el desarrollo de competencias críticas y promover conductas adictivas, especialmente en jóvenes. Se discuten también las implicancias de la dependencia de algoritmos en la vida cotidiana y la necesidad de un enfoque balanceado hacia el uso de tecnología. Finalmente, se enfatiza la importancia de desarrollar nuevas competencias digitales y alfabetismos para hacer frente a estos retos.