El sacerdote observa a un hombre pobre, Jim, que viene a la iglesia a orar durante su hora de almuerzo. Jim le dice al sacerdote que viene a reportarse a Dios y darle las gracias por liberarlo de sus pecados. Cuando Jim enferma, el sacerdote lo visita y descubre que Jim está feliz porque cree que Jesús viene a verlo todos los días.