La exposición Mirage de la artista Zoulikha Bouabdellah en la Galería Sabrina Amrani explora las imágenes y símbolos de las revoluciones en el mundo árabe a través de una serie de obras que representan aviones militares Mirage derribados y constelaciones. Bouabdellah busca lanzar preguntas sobre si estas imágenes inspirarán un futuro democrático o quedarán como promesas incumplidas.
2. Sobre Mirage.
Bouabdellah explica las motivaciones que le impulsaron a desarrollar
Mirage: “En pocos meses, la historia ha cambiado de lado. Ahora se está
escribiendo en el sur, al otro lado del Mediterráneo donde, después de las
revoluciones tunecina y egipcia, la guerra civil en Libia y el levantamiento
del pueblo de Siria, el contagio revolucionario ha llegado a Bahrein y
Yemen. Y, mientras Marruecos inicia una reforma política inédita, Argelia
se compromete a reforzar su proceso democrático. ¿En qué quedará
todo esto? Nadie lo puede decir con certitud”, señala la artista. Su única
certeza por el momento es que, como en todo proceso revolucionario,
perdurarán imágenes convertidas en iconos. Bouabdellah ha encontrado
el suyo propio: “la fotografía de un avión Mirage de las fuerzas áereas de
Gaddafi”. Abatido en pleno vuelo por las fuerzas rebeldes, la imagen
presentaba al avión con su pico apuntando hacia el suelo libio. “El golpe
no llega a verse pero es significante y significado: el dictador ha dejado
de ser invencible”, concluye la artista.
“Is your love
darling just a mirage?”. 2011
3. Esta imagen, elegida para la serie Mirage (I, II, III, IV y V) y el tríptico Zellige,
“nos hace volver a los ideales de la revolución”. Con estas piezas, Bouab-
della lanza preguntas: “¿Inspirarán la continuación de la historia o, agita-
dos como promesas incumplidas, quedarán en el estado de los espejis-
mos, como imágenes más o menos distorsionas de lo que era un ideal
real?”. Entre lo que ya está aquí (la revolución) y lo que debe llegar (la
democracia), la artista ha encontrado en el avión militar Mirage la imagen
perfecta.
En la muestra diseñada para Sabrina Amrani, la idea toma la forma de una
composición geométrica inspirada en el repertorio artístico árabe. Como
los conceptos que subyacen en la tradición de los azulejos, las piezas
Mirage enseñan lo inasible en una experiencia que supera la contempla-
ción y empuja a las interpretaciones. “Igual que el paso de este avión es
difícil de percibir- debido al fenómeno físico de la refracción buscado
adrede por los constructores de este aparato- las formas de Mirage se
combinan en una serie de movimientos rítmicos que el ojo no puede ver
con precisión. Son formas que convocan actores y espectadores de la
historia con esa ausencia de certidumbres que caracteriza cada episodio
revolucionario”, señala Bouabdellah.
La instalación Algol es una representación esquemática de la constela-
ción de las Perseas. El nombre Algol viene del término árabe “Ras
al-Ghul”, literalmente la cabeza del demonio. Los antiguos griegos veían
en esta estrella el ojo de la Medusa, una criatura con la cabeza cubierta
de serpientes cuya mirada convertía en piedra a cualquiera que osase
desafiarla. Compuesta de faros giratorios y balizas luminosas, Algol es
una lectura mitológica de la tiranía, un work in progress destinado a dise-
ñar el mapa de estrellas muertas, de dictadores caídos por la ola de
cambio en el mundo árabe.
4. La exposición se completa con Slogan, una desviación del sentido origi-
nal de la frase cantada por la egipcia Umm Kulthum, la gran dama de la
canción árabe. Ese grito de una mujer, encadenada por el amor y deseo-
sa de recuperar su libertad, se convierte aquí en un slogan revolucionario,
una fórmula universal para todos los oprimidos.
“Slogan”. 2009
10. Too Many Mirages I. 2011 Too Many Mirages II. 2011
Too Many Mirages III. 2011 Too Many Mirages IV. 2011
Too Many Mirages V. 201 Too Many Mirages VI. 2011
11. Too Many Mirages VII. 2011 Too Many Mirages VIII. 2011
Too Many Mirages IX. 2011
16. Sobre Zoulikha
Bouabdellah.
Zoulikha Bouabdellah es francesa y argelina aunque no nació ni en Fran-
cia ni en Argelia sino en Moscú, donde estudiaban sus padres. Su histo-
ria personal y su trabajo, se desarrollan en esta tensión entre varias y
diferentes culturas que se han yuxtapuesto, cruzado y confrontado en el
tiempo: la familia emigró a Francia desde Argelia cuando Zoulikha tenía
16 años, a principios de los 90. En ese momento, se vivían años de
guerra civil en Argelia.
Pero, antes de esa confrontación, la joven Zoulikha ya vivía las contradic-
ciones cada día, al volver del colegio. El mundo de mujeres cubiertas que
vivía como escolar se convertía en una galería de sensuales pinturas
orientalistas y de esculturas clásicas que mostraban a la mujer desnuda:
esta colección componía los fondos que el Museo de Bellas Artes de
Argel escondía al público y que la artista, hija de la directora del centro,
podía apreciar cada día antes de entrar a su casa, ubicada en el propio
museo.
El contraste y la síntesis imposible entre un mundo exterior puritano y
represivo, donde las representaciones icónicas están prohibidas y este
otro, en el que Zoulikha descubría una libertad estética y sexual en las
formas artísticas, constituyen uno de los elementos fundamentales de
expresión de la artista, junto con su incesante búsqueda de una libertad
que trascienda los obstáculos religiosos, políticos, morales o formales.
Zoulikha Bouabdellah explora constantemente los intersticios entre “ellos
y nosotros”, entre el Norte y el Sur, Europa y África, Cristiandad e Islam y,
fundamentalmente, el espacio entre hombre y mujer, el abismo entre lo
visible y lo que no se dice, la fractura entre el placer y el dolor.
La artista se concentra a veces sobre las aportaciones árabes e islámicas
en astrología, matemáticas religión y estética con una turbadora capaci-
17. dad para forjar nuevos significados a expresiones y motivos recurrentes
que se repiten, enlazan, superponen y dejan ver nuevos y muy actuales
significados que dejan intuir la interacción de las culturas. Así hizo con la
serie Two lovers (Dos amantes), en la que la palabra amor, tantas veces
grabada en el arte árabe, se convierte en dos amantes que ensayan todas
las posturas del Kamasutra.
“Two Lovers”. 2010
18. Otra de sus piezas más reconocidas es Walk on the sky - Pisces, que
obtuvo el Premio Abraaj Capital en ArtDubai 2009, el galardón más
prestigioso del mundo árabe. En esta ambiciosa obra, de concepción
tridimensional, Bouabdellah plasmaba la constelación Piscis a partir de la
concepción del astrónomo Abd al-Rahman al-Sufi (903 – 986), cuyas
representaciones a partir de los estudios de Ptolomeo son la base del
“Walk on the sky -Pisces”. 2009
19. conocimiento presente en este terreno. La pieza se servía de la estrella
poligonal, uno de los símbolos más retratados en el arte y arquitectura
árabe a lo largo de los tiempos, y cerraba el espacio con un suelo de
espejo: el mismo que la reina de Saba cruzó en su encuentro con el Rey
Salomón para saciar su curiosidad, incrédulo ante el rumor de que sus
tobillos eran peludos. Esta referencia, presente en la Biblia y el Corán,
unida a la aportación al conocimiento humano de al-Sufi son reflejo del
diálogo entre culturas presente en el trabajo de la artista.
Con estas obras, la artista asegura no buscar la subversión, aunque reco-
noce que “la trasgresión es un componente esencial de la modernidad, la
que nos permite apartarnos de los caminos trillados y cambiar los códigos
para mirar más allá”. Con todo, el trabajo de Bouabdellah parece buscar
la sutileza en el mensaje y una visión positiva del conflicto subyacente.
23. Sobre la Galería
Sabrina Amrani.
La impulsora de este nuevo espacio de arte contemporáneo en Madrid es
Sabrina Amrani. Francesa de origen argelino, esta socióloga de forma-
ción impulsa un proyecto galerístico marcado por una palabra: el diálogo,
ver y escuchar al otro. Por eso, el signo distintivo de la galería Sabrina
Amrani serán las propuestas que inviten a la reflexión sobre el propio
individuo, la sociedad o el espacio. “Reflexiones políticas o sociales,
siempre individuales: las del propio artista”, explica Amrani.
La galería colabora con miradas como las de José Luis Bongore, Elvire
Bonduelle o Zoulikha Bouabdellah, entre otros. Confluirán artistas consa-
grados y emergentes de múltiples nacionalidades, porque –como dice la
galerista– “ni el arte, ni mucho menos el diálogo, tienen fronteras”. Con
todo, Amrani admite que el proyecto prestará especial atención a las
nuevas voces que están surgiendo en el panorama artístico del norte de
África y Oriente Medio.
24. Para más información
627 539 884
mariajose@sabrinaamrani.com
Madera 23. 28004 Madrid, Spain
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