San Ignacio de Loyola pasó de una juventud mundana a fundar la Compañía de Jesús después de experimentar una conversión durante su convalecencia. Tuvo experiencias espirituales formativas durante su peregrinación a Manresa y luego fundó la orden religiosa de los jesuitas en 1540 para propagar el evangelio y servir a la Iglesia, de la cual fue su primer General.