2. Rosa Virginia Pelletier nació
en 1796 en la isla de
Noirmoutier, Francia. La
futura fundadora quedó muy
impactada por la profunda fe
de sus padres en medio de la
Revolución francesa.
Estudiante en Tours, Francia,
el corazón compasivo de
Rosa Virginia se sensibilizó
hacia las jóvenes y mujeres
de las que se ocupaban las
Hermanas de Nuestra Señora
de la Caridad.
3. A los 18 años de edad, Rosa
Virginia entró al monasterio
cercano al pensionado y
recibió el nombre de Hermana
María Eufrasia.
La Orden de Nuestra Señora
de la Caridad fue fundada en
Caen en 1641 por San Juan
Eudes para ayudar a las
jóvenes y mujeres en
dificultad que querían dar
otro rumbo a su vida. Cada
monasterio era autónomo.
4. La Congregación creció enormemente. Sin teléfono,
ni fax, ni correo electrónico, sin poder viajar por
avión, Hermana María Eufrasia fundó en el
transcurso de su vida 110 casas en todos los
continentes. Murió en Angers, el 24 abril de 1868.
Su legado, su vida y la obra que el Espíritu realizo a
través de Ella va más allá de la familia religiosa que
fundo, es herencia viva para la Iglesia Universal.
5. Hoy como ayer nos dice: “Vivan felices con su Dios.
Ámenlo. No piensen más que en El. No busquen
más que El. No se ocupen más que de El. No
respiren ni vivan más que para El, y sea El como la
atmósfera de su persona. Dense enteramente a
Dios y un día se dormirán en su Corazón para
despertar en el seno de su gloria” "Es bien sabido
que yo no tenía ni riquezas, ni el talento ni el
encanto exterior, pero yo os he amado siempre, y
yo os he amado con toda la fuerza de mi corazón".
Su doctrina, sus sentimientos y su vida
confirma esta experiencia de amor que la llevo
a fundirse por entero en el Verdadero AMOR.
“Conserven los sentimientos religiosos que
ahora las animan. Déjenlos en herencia a las
generaciones futuras y nuestra Congregación
será siempre semejante a un árbol plantado
junto a la orilla de las aguas , extendiendo por
doquier sus ramas cargadas de hojas, flores y
frutos”.
6. Fue beatificada en 1933 y canonizada en 1940.
Hoy las Hermanas Activas del Buen Pastor y las
Hermanas Contemplativas del Buen Pastor
sirven en 65 países, abrazando el mundo con su
celo por la salvación de todas las personas.