San Rafael Guizar y Valencia nació en México en 1878 y fue un misionero incansable que dedicó su vida a ganar almas para Dios. Murió en 1938 y fue beatificado en 1995 por Juan Pablo II. En 2006, Benedicto XVI ordenó su canonización y el 15 de octubre de ese año se convirtió en el primer obispo de Latinoamérica canonizado.